VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA FRANCISCO A EGIPTO
(28-29 DE ABRIL DE 2017)

 

ENTREVISTA DEL SANTO PADRE CON LOS PERIODISTAS
DURANTE EL VUELO DE REGRESO A ROMA

Sábado 29 de abril de 2017

 

Extracto

 

[...] Vera Shcherbakova, «Itar-Tass»:

Santo Padre, le doy las gracias, en primer lugar por la bendición: Usted me ha bendecido, me arrodillé hace unos minutos, aquí delante. Soy ortodoxa y no veo ninguna contradicción. Quería preguntar: ¿Qué perspectivas hay en las relaciones con los ortodoxos ―obviamente rusos, pero también, ayer, con la Declaración conjunta con el Patriarca de copto ortodoxo? Está la fecha de la Pascua en común, y también se habla del reconocimiento del bautismo. ¿A qué punto estamos? Y otra cosa: ¿Qué valoración hace usted de las relaciones entre el Vaticano y Rusia, como Estado, también con relación a la defensa de los valores cristianos en Oriente Medio, especialmente en Siria?

Greg Burke:

Ella es Vera Shcherbakova, de la Agencia «Itar-Tass», agencia rusa.

Papa Francisco:

Christòs anèsti! [Cristo ha resucitado]. Con los ortodoxos siempre he tenido una gran amistad, ya en Buenos Aires. Por ejemplo, el 6 de enero de cada año iba a vísperas, en vuestra catedral, con el Patriarca Platon ―que ahora está por la zona de Ucrania, es arzobispo―: dos horas y cuarenta minutos de oración en una lengua que no entendía, pero se podía rezar bien. Y después cenaba con la comunidad, trescientas personas, una cena de la vigilia de Navidad ―no la cena de Navidad, la vigilia― todavía no se podían comer productos lácteos ni carne, pero era una buena cena. Y después la tómbola, la lotería... amistad. También con los demás ortodoxos. A veces necesitaban ayuda legal: venían a la Curia católica, porque son comunidades pequeñas, y veían a los abogados. Siempre he tenido una relación fraternal: somos Iglesias hermanas. Con Tawadros tengo una amistad especial: para mí es un gran hombre de Dios. Tawadros es un Patriarca, un Papa que llevará adelante a la Iglesia, el nombre de Jesús. Tiene un gran celo apostólico. Él es uno de los más ―permitidme que use la palabra, pero entre comillas― «fanáticos» en relación al tema de encontrar una fecha fija para la Pascua. También yo, pero buscamos el modo. Él dice: «Luchemos, luchemos». Es un hombre de Dios. Es un hombre que, cuando era obispo, lejos de Egipto, iba a dar de comer a las personas con discapacidad; es un hombre que fue enviado a una diócesis con cinco iglesias y dejó veinticinco, y no sé cuántas familias cristianas, con el celo apostólico. Después, tú sabes cómo se hace la elección entre ellos: se busca a tres, se eligen, y luego se meten los nombres en una bolsa, se llama a un niño, se le vendan los ojos y el niño elige el nombre. Y allí está el Señor. Verdaderamente él es un gran Patriarca. La unidad del bautismo va adelante. La culpa, sobre el bautismo, es una cosa histórica, porque en la época de los primeros Concilios era común. Después, como los cristianos coptos bautizaban a los niños en los santuarios, cuando querían casarse y venían a nosotros porque se casaban con una católica, se les pedía algo que diera fe y no lo tenían, y se les bautizaba bajo condición: así que hemos comenzado nosotros, no ellos. Pero ahora se ha abierto la puerta y, ante este problema, estamos en el buen camino, para superarlo. En la Declaración conjunta, el penúltimo párrafo habla de esto.

Los ortodoxos rusos reconocen nuestro bautismo y nosotros reconocemos el suyo. Yo era muy amigo del obispo en Buenos Aires, de los rusos. También con los georgianos, por ejemplo. El Patriarca de los georgianos es un hombre de Dios, Elías II, es un místico. Y los católicos también tenemos que aprender de esta tradición mística de las Iglesias ortodoxas. En este viaje hemos tenido el encuentro ecuménico: estaba también el Patriarca Bartolomeo, estaba el patriarca greco-ortodoxo, después estaban otros cristianos: los anglicanos, también el Secretario del Consejo Mundial de las Iglesias, de Ginebra... Todo lo que hace el ecumenismo está en camino. El ecumenismo se hace caminando, con las obras de caridad, con el compromiso de ayudar, de hacer cosas juntos cuando se pueden hacer juntos... No hay un ecumenismo estático. Es verdad que los teólogos tienen que estudiar y ponerse de acuerdo, pero esto no llegará a buen puerto si no se camina. «¿Qué podemos hacer ahora?». Hagamos lo que podemos hacer: orar juntos, trabajar juntos, hacer obras de caridad juntos... pero juntos. Y esto es ir adelante. Las relaciones con el Patriarca Kirill son buenas. También el Arzobispo Metropolita Hilarión ha venido varias veces a hablar conmigo, y tenemos una buena relación. [...]